Las redes sociales provocan resaca

Las redes sociales provocan resaca

Qué resaca!!! Eso es lo que van a tener muchos hoy y es que la convocatoria para celebrar un macrobotellón en el día de ayer fue un éxito en muchos lugares de España dónde en algunos de ellos las cosas se fueron un poco de las manos.

Es insólito que el fenómeno social basado en redes sociales utilizando nuevas tecnologías como Internet y los sms sea para reunirse alrededor de una botella en la calle, intentando batir récords de asistencia y por supuesto retar a la autoridad en un plante de nuestro sector más joven.

Qué diferencia con nuestros vecinos franceses en los que la reivindicación social es un hecho. Aunque no hace tantos meses también hubo revueltas en Francia y de carácter mucho más violento. En aquel momento la reivindicación de jóvenes nacidos de la inmigración y aislados socialmente en ghetos manifestaron su inconformidad con la situación que les ha tocado vivir. La violencia y sobre todo la quema indiscriminada de vehículos fue su rasgo característico.

Ahora en Francia el problema social se ha extendido a todos los jóvenes al ponerse en marcha de la mano de Villepin el Contrato del Primer Empleo. El jueves se concentraron más de 250.000 personas y la expresión violenta no dejó de hacer su aparición.

Y de la misma manera que en estos casos los sms e Internet mediante foros, blogs y mails en cadena han sido utilizados para realizar las convocatorias y organizar las movilizaciones del macrobotellón.

La percepción que tengo es que los jóvenes están iniciando nuevas maneras de hacer, fortalecen sus redes sociales gracias a las TIC y obtienen la notoriedad de la fuerza con la multitud. Pero también, la percepción que tengo es que en España a pesar de los problemas que tiene la juventud como el precio de la vivienda y la precariedad en el empleo entre otros, éstos no tienen que vivir tan mal. El objeto de su protesta es retar a la autoridad establecida en torno a una botella ¿Por qué cual es su reivindicación social? Y es que tampoco nosotros nos libramos de la expresión violenta, sobre todo si se prohibió

Esta situación deja que desear respecto de nuestra concienciación social y me apena que nuestra única reivindicación sea la de poder beber hasta hartarse y poder montar todo el follón que se quiera. No estoy diciendo con esto que no se tengan que buscar alternativas para que el ocio pueda darse. Yo soy el primero al que le gusta disfrutar de un rato con los amigos bebiendo una copa. Pero reconozco que montar fiestas improvisadas en la calle dónde hay más inconvenientes, para los que en esa zona habitan, que beneficios no es la mejor manera de asegurar la convivencia de todos. Y es que estamos en lo de siempre ¿Hasta dónde llega nuestro derecho a hacer lo que queramos? Tendremos que tener en cuenta a aquellos que nos rodean ¿o no?

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