De Conserje a…

De Conserje a…

La entrada de hoy es autobiográfica y tiene su causa en el post de Julen en Consultoría Artesana en la Red «Personas clave en una organización«. Me ha llegado hondo, me ha tocado el corazón, me ha hecho recordar trece años de experiencia laboral.

¿Por qué? Os preguntaréis algunos. Y no sois los únicos!!! Normalmente cuando explico esta historia la primera reacción de la gente es de incredulidad. Pero si, es cierta. Cierta como la vida misma y cómo se dice en muchas ocasiones «la ficción supera la realidad».

Primero la causa de la ñoña, el post de Julen. Que con su permiso (me lo tomo sin pedírselo, pero espero que lo comprenda) lo publico casi en su integridad y no para que lo leáis aquí, sino por que quiero tener constancia de sus palabras, tenerlas cerca, para recordarme de algo que ha sido parte de mi vida durante muchos años;

La persona de recepción es fundamental para acceder al conocimiento de quién es quién allá en la terra incognita de la empresa. Sabe a quién se recurre para qué cosas, quién está dispuesto a echar un cable, quién es amable cuando coge el teléfono, quién es un ogro, quién es infiel a su mujer, quién es la persona que más sabe de tal o cual cosa. Todo eso lo sabe porque es el centro de un inmenso networking, formal e informal, cuyo nodo principal está bajo su posesión. Este nudo de comunicaciones es el punto neurálgico donde convergen ideas, conversaciones encubiertas, a veces malos humores y explosiones emocionales e incluso alguna que otra lágrima de quien nunca te lo esperaste.

Esta persona, gran injusticia, está habitualmente infravolarada. Como casi siempre, su valor se hace evidente en caso de ausencia. Cuando esta persona no está, algo falta, a veces difícil de comprender, de caer en la cuenta. Falta un punto de conexión entre neuronas dispersas por diferentes áreas. No se ven grandes destrozos, pero fallan las comunicaciones y eso es, cada día más, un verdadero riesgo. Puede hacer que un proyecto fluya o que se atasque.

Su marca de profesionalidad está, sobre todo, en la sonrisa de sus labios. Para quien la ve y para quien no la ve. La sonrisa es el hiperenlace con quien está al otro lado, sea del teléfono, del correo electrónico o del mostrador de la recepción. Porque esta persona tiene una gran cualidad: sabe que su misión es conectar y la conexión es muestra de salud. Su organismo está optimizado para sentirse cómodo cuando hila conversaciones. En este momento consigue un cierto estado de flujo, difícil de comprender para quien no ocupa ese puesto. No presenta síntomas de tensión ante circunstancias que a otros nos harían temblar. Es una persona acostumbrada a que el momento sea corto. A que sean sólo trazos de grandes proyectos lo que pueda pasar por sus manos. Por eso no hay tiempo de generar tensión. Si hay mucho tráfico en su entorno se pone a prueba toda su maquinaria. Cuando se dan estas circunstancias de cierta presión, todos nos damos cuenta de lo que vale esa persona.

Las personas de recepción saben quién es quién. Conocen nombres, apellidos, departamentos, áreas, barrios, quereres, odios, familiares de unos y otros, grandes y pequeños clientes (todos y cada uno con su nombre), apodos, intimidades, vergüenzas. Conocen demasiado de muchas personas. En la casa de Johari, disponen de una enorme ventana para ver a los demás. Y eso siempre es jugar con ventaja.

Me gustaría considerarme con todas y cada una de las cualidades que enumera Julen, aunque sé del cierto que no siempre se pueden contar con todas esas habilidades. Pues bien, yo desde el año 1991 hasta diciembre del 2004, es decir, hasta hace año y medio escaso trabajé como conserje, como la persona de recepción de una instalación deportiva. En concreto del Polideportivo Municipal de Santa Eulàlia en Hospitalet del Llobregat, gestionado por la Agrupació Esportiva Santa Eulàlia. En esta instalación mi función principal era la recepción y atención de todas aquellas personas que se acercaban a la calle Jacinto Verdaguer. Cursillistas, abonados del gimnasio, deportistas federados de algunas de las secciones deportivas, padres acompañando a sus hijos y gente y más gente interesada en la práctica de la actividad física.

Durante años, tuve oportunidad además de realizar todo tipo de trabajos. Desde ayudar en tareas de mantenimiento y por lo tanto tener que alicatar unas baldosas, colocar un difusor de ducha, hacer mortero para levantar un tabique, rebajar una puerta para que no roce el suelo, cortar una tubería a tiempo para que un simple escape no llegara a más o la siempre monótona pero necesaria acción de pasar la escoba y la mopa para presentar una correcta higiene a todo el que por allí apareciera.

Evidentemente también fueron muchas tareas de administrativo, pero ya hacia la última época y gracias a la llegada de la informatización y de la conectividad a Internet, pude llegar a desarrollar habilidades que ahora puedo valorar como importantes para mi desarrollo profesional. Durante todo este tiempo, aunque hubieron años sabáticos, en lo que al estudio y preparación se refiere, pude estudiar y diplomarme en Gestión y Administración Pública y licenciarme en Ciencias Políticas por la Universidad Pompeu Fabra.

Estos factores unidos junto con una constante curiosidad por las nuevas tecnologías me empujaron a unir aquellos temas que levantaron mi pasión y que han llegado a convertirse en un hobby para mí. El e-Government, la administración electrónica, la aplicación de nuevas tecnologías a procesos de participación ciudadana, la política y tantos otros temas fueron objeto de constante lectura. La acumulación de información y el intentar encontrar una forma para poder gestionarla y recogerla me empujó allá por noviembre del 2003 a poner en marcha K-Government.

Tengo que reconocer que esta decisión fue crucial en mi vida, que junto con «San Google«, yo lo llamo así y ahora entenderéis por qué, ha hecho posible que me encuentre dónde estoy haciendo lo que hago. Gracias a K-Government y a la fácil indexación que tienen los blogs me localizaron desde TAO-gedas, concretamente el que es actualmente mi jefe directo, Daniel Lorente y nuestro actual director general, Xavier Llinares. Vieron el trabajo que hasta entonces había venido desarrollando como hobby y les gustó. Les gustó tanto que me ofrecieron unirme a un equipo en el que me siento de maravilla. Un equipo en el que no tienes a nadie fiscalizándote por encima del hombro, un equipo en el que la confianza es primordial por lo que la iniciativa de actuación está bien considerada y la flexibilidad horaria garantizada. Un equipo dónde se tiene en cuenta la opinión de los demás y se busca su colaboración. Un equipo que me ha hecho sentir como en casa.

Pero no por todo esto quiero olvidarme quien fuí durante tantos años «la persona de recepción» y desde aquí quiero erigir mi personal homenaje a todos aquellos que nos reciben con una sonrisa, a todos aquellos que nos pueden facilitar el trabajo por que son conocedores de muchas cosas que los demás ignoramos, a todos aquellos que son la imagen que da una empresa o administración, a todos aquellos que proporcionan aquello a lo que no están obligados pero que gracias a los lazos personales que establecen con los que por allí pasan lo hacen con el mayor gusto del mundo, a todos aquellos que nos alegran el día y que te saludan tanto si vas ensimismado en tus pensamientos como si directamente les saludas, a todos aquellos que se aprenden tu nombre y personalizan el trato para hacerlo más humano, cercano y agradable.

Sólo os pediría que a partir de ahora tengáis en cuenta a esas personas, las saludéis, os aprendáis su nombre, los conozcáis. Pero sobre todo que los consideréis una persona más del equipo, por que esa persona es una pieza muy importante y la mayoría de las ocasiones se la tiene olvidada en recepción, como si de un mueble más se tratara.

Y es que en muchas de esas personas están encarnadas todas esas habilidades que enumera Julen y que gustaría que hubieran sido mías.

7 comentarios en «De Conserje a…»

  1. Bueno, por alusiones… Aunque quizás fuera una casualidad que te encontraramos en la red, al final lo que cuenta es la persona que hay detrás de todo profesional. No sólo has aportado tu immensa ‘inquietud digital’ en una empresa que adolecía de ella, has logrado rapidamente unirte como uno más al buen rollo del equipo.
    Aunque el entorno cambie, que cambiará en breve con toda seguridad, hay que seguir luchando juntos para que lo que has construido hasta ahora en nuestra organización siga adelante. Cuento contigo!
    Y por cierto, gracias por linkar mi modestisimo y recien estrenado blog, que sin ti con toda probabilidad no abría empezado. Aparecer en tu blog me va a dar un tráfico que no veas! Por cierto, cuando me vas a contar como poner las estadísticas? 🙂
    Un abrazo!

  2. Me sumo a tu hermoso homenaje, Carlos.

    Yo he sido, durante 9 años, responsable de las áreas de atención al cliente (o sea, de todos los servicios de «ventanilla y teléfono») en una comarca de atención primaria de la sanidad pública. Todo lo que se diga sobre el personal de contacto es poco.

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