Esta noche te voy a hacer feliz

En este día 67º del Calendario Gregoriano (68º si es bisiesto) se celebra el «Día Internacional de la Mujer», y sobre tan señalado día quisiera hacer tres reflexiones:

 

Primera reflexión: Hasta hace no muchos años este día se celebraba bajo la denominación «Día de la mujer trabajadora». Y yo me pregunto el por qué de este cambio de título. Quizá se deba a que no sólo son merecedoras de reconocimiento las mujeres que trabajan sino todas, aunque no den un palo al agua. O quizá se supone que todas las mujeres son trabajadoras y por tanto la anterior denominación era redundante. Me lo expliquen.

  

Segunda reflexión: Según la Organización de Naciones Unidas, que reconoce esta celebración, el motivo es «conmemorar la lucha de la mujer por su igualdad con el hombre y su desarrollo íntegro como persona».

Lo del desarrollo íntegro como persona lo comparto, lo comprendo y lo apoyo completamente, ya que esto significa pleno derecho a la dignidad, al honor, al respeto, al acceso a un puesto de trabajo, a salarios dignos, al acceso a cargos, al sufragio… y todo ello en absoluta igualdad de condiciones con el resto de seres humanos (ojo, y digo en igualdad de condiciones y no mediante discriminación positiva, que al fin y al cabo es discriminación y por tanto anticonstitucional porque, como ya expuse en algunos de mis anteriores post, el artículo 14 de la Constitución española reza «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social», es decir, que la discriminación, ya sea positiva o no, es rechazada por nuestra Constitución).

Pero lo que no comprendo de la reivindicación es el empeño en lo de la igualdad con el hombre, porque si se consigue el desarrollo integral como persona, el objetivo estará cumplido. No sé por qué insisten en querer ser iguales a nosotros, porque, a fin de cuentas los hombres (aquí utilizo este término como diferenciador de género y no como especie) somos seres muy imperfectos, somos mucho peores que las mujeres en la mayor parte de los aspectos.

Personalmente siempre he preferido que, de ser necesaria esa igualdad, fuéramos los hombres quienes buscáramos la igualdad con las mujeres en lugar de que las mujeres la busquen con respecto a nosotros. Aquí no puedo evitar referirme al inefable Groucho Marx cuando decía que el jamás pertenecería a un club en el que admitieran a personas como él. Y es que a mí no me gustaría compartir mi vida con una persona que se pareciera, aunque fuera mínimamente, a mí.

 

Tercera reflexión: Lo del reconocimiento de los derechos de la mujer no es nuevo, porque aunque la idea de celebrar este día data de finales del siglo XIX, sus antecedentes se remontan a la antigua Grecia, poniendo como ejemplo de lucha feminista a Lisístrata, protagonista de una obra de teatro dela Antigua Grecia, quien encabezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a una guerra. Y este ejemplo es muy desacertado, porque demuestra de nuevo que los hombres y mujeres somos diferentes, porque ¿a qué hombre se le ocurriría hacer una huelga sexual? (a no ser que se trate de una huelga a la japonesa).

Así que si las mujeres quieren igualdad con nosotros deberían trabajar un poco más el asunto de las relaciones sexuales, porque si bien todas las mujeres no responden igual a los estímulos sexuales, muchas pierden gran parte del interés sexual con el paso del tiempo. O al menos mis amigos y yo estamos bastante de acuerdo en este punto.

Sin ir más lejos, anoche mismo intenté tener relaciones íntimas, es decir, ese tipo de relaciones en las que se hace uso de los órganos reproductores, aunque el objeto no sea reproducirse. Utilicé mis mejores armas de seducción, entre ellas el humor sutil que en algunas ocasiones me dio tan buen resultado, pero fue inútil. Entonces me acerqué a su oído y suavemente le susurré:

—Mi amor, esta noche te voy a hacer feliz. — A lo que ella me contestó de inmediato, —¿Entonces me vas a dejar dormir tranquila esta noche?, gracias cariño.— Y entonces se dio media vuelta y durmió de espaldas a mí.

Pero yo, sin rencores, esta mañana la felicité sinceramente y por partida triple: por ser mujer, por ser trabajadora, y además por lo «trabajosa» que es. Y esto último lo digo sin ánimo ofensivo, porque como ella misma dice: yo le aguanto a ella más cosas que las que ella me aguanta a mí.

Evidentemente los hombres y las mujeres no somos iguales. Afortunadamente.

Y desde aquí envío un beso a mi amor (por cierto, cariño, si me lees, te informo que esta noche te voy a hacer feliz).

15 comentarios en «Esta noche te voy a hacer feliz»

  1. Una vez más (en mi modesta opinión) y con lo que pienses de progresista, este post me parece del todo machista. No tiene nada que ver la autonomía femenina con la igualdad de sexos. Es decir la igualdad de oportunidad de conseguir un buen puesto o cobrar el mismo salario. Y si las condiciones no son posibles pues ahí tienes el art 9,2 CE para removerlos (esto es la igualdad material) y no solo la formal del 14 CE.
    Por eso, el hombre no necesita ningúan día. Ya los tiene todo el año. Más el día del padre que en muchas comunidades es fiesta al contrario que el de la madre (primer dommingo de mayo). En cuanto al sexo, no siempre es verdad. También vosotros agradecéis a veces que ella no quiera. Y lo queráis reconocer o no os cansa y sois unos cansinos. Y también tenéis la llamada pitopausia.
    En lo único que estoy de acuerdo es en que vosotros sois el sexo débil, por eso la igualdad (teoría mía) fue un invento masculino, para que trabajemos triple mientras vais bien planchaditos y desayunaditos a la oficina cada día… fin.

    1. @ana,
      Confundes y mezclas el post con algún comentario de os que ha generado.
      Lo de la igualdad de salarios y otros tanto asuntos entiendo que ya está contemplado dentro del «desarrollo íntegro como persona», por lo que la igualdad en cualquier sentido sobra.
      Lo de que el hombre no necesita un día para celebrarlo no forma parte del post. Y acerca del desinterés del sexo por parte de la mujer según se van cumpiedo años, no siento cátedra, simplemente digo que es una opinión generalizada entre mis amigos.
      Sólo puedo decir que a mí, tu comentario me parece feminista en el peor de los sentidos.

  2. Hombre yo lo que digo es que si de verdad queremos igualdad debería haber también un día dedicado al hombre (de género) trabajador.

    O quizás, por ser auténticamente simétrico, dedicar un día al hombre (de género) amo de casa (por contraposición a la mujer trabajadora).

    O por último, si como en el caso de ellas, se supone que todos los hombres de bien trabajan y son amos de casa, pues simplemente celebrar el día del hombre (de género).

  3. Aquí en Venezuela aún se le llama «Día internacional de la mujer trabajadora» y aunque algunas eludimos felicitarnos este día (por qué? si igualito trabajamos día con día), terminamos sucumbiendo a la tradición reciente y felicitarnos y, quizás lo más curioso, esperando que nos feliciten.

  4. Sobre la primera reflexión: el origen del día no tiene que ver con el trabajo sino con el salario. Eran mujeres que reivindicaban su trabajo asalariado como una manera de liberarse. Evidentemente, no son las únicas que trabajan pero yo creo que el apellido del día se cae más porque no sólo se reivindica el trabajo o el salario. Se reivindica el poder decidr sobre tu propio cuerpo, tus derechos, tu libertad, independientemente de tu trabajo.
    Sobre la segunda reflexión, estoy de acuerdo contigo, aunque ahí sí creo que lo único que se está pidiendo es la misma vara de medir en todos los aspectos de la vida. Quiero ser comprensiva poque también tengo muchos problemas con el «feminismo oficial».
    Sobre lo del interés sexual sí que es verdad que tendríamos mucho que discutir. También hay que hacer un poco de autocrñitica, compañero

  5. En respuesta a las dudas de Crandell:

    – Todas las mujeres somos trabajadoras. Como sabes, trabajar no implica necesariamente estar en nómina. «Sus labores» también es un trabajo, y bastante duro.

    – Totalmente de acuerdo en la innecesidad de equipararnos a los hombres, hacemos las cosas de manera diferente. Tristemente, hoy aún Ser un líder significa no ser una chica.

    – Siga haciendo feliz a su compañera (de la manera que sea) 😉

    Saludos,

    1. Gracias por tus palabras Nicole, pero voy a permitirme un comentario. Cuando hablo de las mujeres «que no dan un palo al agua» me refiero a que no hacen ningún tipo de trabajo, ni siquiera «sus labores» (como recuerdo que ponía un antiguo DNI de mi madre cuando en ellos era obligatorio indicar la profesión).
      Y es que mujeres vagas existen, al igual que hombres vagos. Y me pregunto si este celebración también va dirigida a esas mujeres que ni siquiera retiran su plato de la mesa después de comer lo que sus abnegadas madres les preparan con todo el cariño (un beso descomunal para todas esas mujeres que, intencionadamente o no, han hecho del cuidado de su familia la razón de sus vidas).
      Conmemorar el hecho de ser mujer me parece poco apropiado porque nacer con vagina o con penes no tiene nada meritorio. Sin embargo sí lo es destacar en mucho sámbitos, como puede ser el laboral.

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