Funcionarios esenciales

Con la vista puesta en el posible impacto que la gripe A puede tener en las empresas, el Ministerio de Sanidad y Política Social ha presentado la “Guía para la elaboración del plan de actuación de las empresas frente a emergencias – Pandemia de gripe” que ha sido consensuada con patronal y sindicatos. La guía fue presentada el 30 de julio por la propia ministra en un acto con representantes de la CEOE, CC OO, UGT y del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene del Trabajo. Se trata de un documento con recomendaciones que cada compañía deberá adaptar a sus singularidades y a pesar de tratarse de una relación de consejos, hay que tomárselo muy en serio.

Uno de los consejos incluidos en la guía es que las empresas deberán seleccionar a sus «empleados esenciales» para afrontar la gripe A si la pandemia, como es previsible, se recrudece con la llegada del otoño. Para seguir este consejo será necesario determinar «qué áreas y quiénes son los empleados esenciales y cuáles son los productos y servicios fundamentales que necesitará durante una pandemia para no interrumpir el funcionamiento de su empresa o centro de trabajo… » en caso de que le afecte la temida enfermedad.

Del texto se deduce que el concepto «empleados esenciales» no es sinónimo de directivos, ni de jefes, ni de políticos. Es curioso cómo la propia Administración, a través del Ministerio de Sanidad, reconoce de forma indirecta que “los que mandan” no tienen por qué ser los recursos humanos más importantes para el funcionamiento de los organismos.

Una vez elegidos estos empleados tan notables por la importancia del trabajo que realizan, la guía no dice qué hay que hacer con ellos. Al principio pensé que el objetivo era tener disponibles candidatos para sustituirlos en el caso de que cayeran en acto de servicio, pero es más lógico pensar que se trata de preservarlos del contagio para que puedan seguir desarrollando su importante misión.

Realizar esta categorización de empleados, servicios y productos esenciales puede ser una ardua tarea para muchas empresas, principalmente si son grandes y con un organigrama complicado. En el caso de la Administración Pública y dado su descontrol taxonómico, en aquellos órganos e instituciones dotadas de mucho personal como son los ministerios, consejerías, etc…, la misión parece casi imposible, sin embargo, en un primer nivel es realmente fácil averiguar quiénes son los empleados «casi imprescindibles» . Para ello basta con aplicar un conocido principio funcionarial: en la Administración todo puede esperar menos la nómina. Así que basándonos en este axioma se deduce directamente cual corolario que los únicos empleados esenciales de la Administración son los encargados de hacer que los sueldos lleguen al bolsillo de los empleados en tiempo y forma. Y por tanto estos son los trabajadores que hay que preservar del contagio a toda costa.

Pero una vez asegurado el cobro de la nómina, no estaría de más que los entes públicos continuaran la tarea para encontrar otros «funcionarios esenciales» en un segundo nivel. Ojala las Administraciones se tomen en serio este consejo del Ministerio de Sanidad y, con objeto de averiguar qué empleados públicos son los más necesarios, elaboren una relación con las funciones que cada cual debe realizar. Este dificultoso trabajo además de servir para luchar contra la temida pandemia, tendrá otra importante utilidad, porque para muchos organismos públicos será la primera vez que se elabora algo parecido a la descripción de funciones de la RPT. Y por ello, los empleados públicos (y supongo que también los sindicatos) estaremos de enhorabuena.

Porque es de sobre conocido que una asignatura pendiente de muchísimas Administraciones es la elaboración completa, detallada y coherente de la relación de puestos de trabajo. Y puede que por fin, gracias a la gripe A, podremos tener lo que todos los empleados públicos queremos: una definición por escrito de nuestros trabajos, tareas y responsabilidades acorde con el puesto que ocupamos.

De esta forma cada uno de los trabajadores públicos tendrá más claro cuál es su cometido. Aunque otros leerán por omisión esta descripción de funciones, es decir, que se limitarán a hacer única y exclusivamente lo que se ha escrito.

Y otra consecuencia indirecta de la aplicación de la guía será que con la elaboración de las funciones de la RPT será multitud las solicitudes de modificación (siempre al alza) de la valoración de los puestos de trabajo.

Estamos de enhorabuena.

12 comentarios en «Funcionarios esenciales»

  1. Bueno, los comentarios sustituidos por retuits desde Twitter a base de «mentions» no sé si es efecto lateral de la gripe A o del 2.0, pero esto merecerá un post a parte, ¿no?

    A parte del efecto lateral, el post no puede ser más acertado. Otros esperamos también que la Ley 11, provoque otros cambios modernizadores en las administraciones a parte de los sitios web remozados para prestar no sé qué servicios.

    Si es el «Servicios de prevención» el que tiene que añadir valor al cambio, bienvenida sea la gripe A, el uso de pantallas, el «halón disparado» o el cambio de extintores. Tendremos que estar dispuestos a echarle una mano desde donde toque.

    1. Con frecuencia, en la Administración se hacen las cosas como consecuencia de circunstancias que nada tienen que ver con las razones por las que hay que hacerlas.

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