La columna de Crandell

Contratos mierda

Louis Crandell

A los contratos de aprendizaje y en prácticas se les denominó “contratos basura” por las condiciones tan precarias de los mismos. Este tipo de contrato, dirigidos especialmente a los jóvenes, ha dado lugar a casos tan insólitos, como contratos de una hora y media, o el caso de una persona que llegó a acumular quince contratos en un año.

Parece ser que este tipo de contrato ya no es suficiente para que los jóvenes accedan, mal que bien, al mercado laboral. Ahora la CEOE propone un nuevo contrato temporal para jóvenes que se caracteriza por no tener coste de despido y por pagar sueldos más bajos (más bajos incluso que el salario mínimo interprofesional).

Puede que esta sea la solución que permita a los jóvenes incorporarse al mundo del trabajo, porque con lo complicado que está el acceso al mercado laboral los jóvenes se agarrarían a un clavo ardiendo. Pero permítanme apuntarme la invención del nombre “contratos mierda” para estas mierdas de contratos.

Espero que el Gobierno no haga mucho caso a  la patronal.

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15 comentarios en «Contratos mierda»

  1. muchas gracias, y entiendo lo que dice en el articulo pero sigo sin poder entrar en tuenti, me hice uno hace tiempo y que ahora no pueda entrar en el… eso jode mucho, y no solo en eso sino que en montones de cosas no puedo entrar hasta las cosas mas simples. por eso quiero terminar con esta mierda de «pagina bloqueada».

  2. esta bien pero tantas cosas del mundo son una mierda
    ¿alguien sabe como aceder a tuenti sin que se bloquee?
    o ¿alguien sabe como piratear el bloqueador de tu ordenador?
    una ayudita
    gracias

  3. Pues yo veo bien este contrato porque los jóvenes no necesitan trabajos de verdad.
    ¿Para que necesitarían un trabajo de verdad? ¿Para fundar una familia? Mejor que esperen a ser cuarentones para tener bebés, si, dirán los trasnochados, es precisamente cuando se es jóven cuando se es más fertil y luego vienem los problemas de fertilidad, pero bien pueden adoptar un niño del tercer mundo a los cuarenta y tantos o contentarse con un perrito si con ello ponen las cosas más fáciles a los empresarios, esos creadores de riqueza.
    También objetará álguien que si no tienen un trabajo de verdad no pueden tener una vida en pareja decente. Bah, paparruchas, que sigan viéndose con su pareja en cafeterías y haciendo un par de escapadas al año y que sigan viviendo con sus padres, que como su madre nadie les va a cuidar.
    Los que no entienden de la necesidad económica pueden alegar que como van a conseguir una vivienda sin un trabajo estable y al precio que están. Creo que a eso ya contesté, como en casa de mamá no van a estar en ningún sitio y cuando los papis casquen, que compartan el piso con los demás herederos.
    Los desconfiados pueden decir que si los empresarios se acostumbran a pagar tan mal a los trabajadores jóvenes y a usarlos y deshecharlos como klinex, a lo mejor no se resignan a renunciar a esa bicoca e irán estirando esos contratos y exigiendo al gobierno su extensión a edades más y más altas, pero sin duda es un temor infundado e indigno, pues nuestra clase empresarial, con ese gran hombre que es Díaz Ferrán, son en su casi totalidad gente filántropa y humanista que jamás haría esa canallada.

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