Estulticia Administrativa

Mi texto de ayer fue malinterpretado, seguramente porque yo no supe expresar convenientemente la idea que quería transmitir. Si bien yo quería ilustrar con un ejemplo cómo la eAdministración servirá de poco si a lo largo del procedimiento que iniciamos telemáticamente nos obligan a hacer algún trámite de forma presencial, algunos de los comentarios que originó el texto iban dirigidos a ratificar mal funcionamiento de «la Administración presencial». Así que como el interés parece centrarse en la mala gestión Administrativa voy a contaros un ejemplo nefasto de la misma.

A pesar de lo que voy a contar, yo creo que la Administración funciona cada día mejor, aunque hay excepciones. Y una de esas excepciones, donde la incompetencia es su principal característica, es la de la Oficina en la que se tramita el Título de Familia Numerosa de mi ciudad.

De nuevo voy a contar una pequeña historia, pero más que con el ánimo de criticar a una Unidad Organizativa de la Administración en particular, lo que pretendo es mostrar cómo seguir escrupulosamente los Procedimientos Administrativos predefinidos no siempre es lo más adecuado.

Pero primero unos antecedentes para ponerles en situación: No sí si alguna vez conté en esta columna que tengo tres hijos, y que mi hija pequeña es adoptada y de origen chino. Los trámites para la adopción son muchos y largos, pero no tuve ningún problema con la Administración española durante los preparativos de toda la documentación requerida para el expediente de adopción. Sin embargo las cosas no fueron igual de bien con el Ente Público a nuestro regreso de China. En este sentido tengo dos experiencias negativas, la primera de ellas es casi una anécdota, sin embargo, la segunda ha sido muy dolorosa para mi en cuanto que la considero una auténtica discriminación para con mi hija. Pero en este texto sólo hablaré de la primera de ellas. La segunda experiencia me la reservo por el momento, ya que si algún día decido hacerla pública será citando nombres y apellidos de los implicados (altos cargos de la Administración de mi Comunidad) y, por supuesto, lo haré abandonando el anonimato que por ahora prefiero mantener.

La primera experiencia negativa tuvo que ver con mi solicitud del Título de Familia Numerosa. Y es que si bien no es usual que una familia que adopta se convierta en numerosa, tampoco me parece que sea una circunstancia muy excepcional.

El caso es que cuando felizmente regresamos de China con nuestra preciosa hija, en agosto de 2005, mi familia se convirtió en numerosa al contabilizar tres hijos. Así que anticipándome al período de matrículas universitarias, a finales de agosto me dirigí a las oficinas de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía de mi ciudad, que es donde se tramita el citado Título de Familia Numerosa. Necesitaba hacerlo pronto para poder beneficiarme de las bonificaciones en las matrículas de los estudios universitarios que necesitaba formalizar un mes más tarde (mi mujer, mi hijo mayor y yo mismo seguimos estudios universitarios, por lo que obtendría un ahorro importante).

Tras esperar las colas y desorganización de esta oficina (y que ya comenté en el post anterior), presento la solicitud y una serie de documentos oficiales que demuestran el número de miembros de mi familia, así como sus edades y características. La señora que me atiende me dice, tan tranquila, que no puede tramitarlo porque según dicta el procedimiento administrativo aplicable no acompaño el Libro de Familia.

En efecto, yo no llevaba el Libro de Familia por las razones que más adelante le expliqué a la empleada pública, pero le dije que a cambio llevaba fotocopia compulsada de todas sus páginas, y también llevaba otros documentos emitidos por la Administración. Les explico que me resulta completamente imposible presentar dicho Libro porque al tratarse de una adopción internacional éste se encuentra en la Embajada española en Beijing, siguiendo el procedimiento aplicado en dicho tipo de adopciones, y le explico que no lo recibiré hasta pasados varios meses. Pero añado que necesito ya mi reconocimiento como familia numerosa.

Le digo que el documento que me exigen lo suplo con las fotocopias compulsadas de las hojas del Libro de Familia (que previsoramente hice antes de iniciar el viaje para recoger a mi hija), y también les enseño una fotocopia compulsada de la hoja de inscripción de mi nueva hija en el Registro de la Embajada, lo cual acredita suficientemente que mi hija es mía.

A pesar de la prueba indiscutible de mi paternidad, siguen negándome mi derecho, el de mi mujer y el de mis tres hijos a ser reconocidos como familia numerosa porque, insisten, no me ciño al procedimiento administrativo establecido el cual obliga a presentar el Libro de Familia. Les digo que yo comprendo que tienen un procedimiento a seguir, pero les explico que yo tengo un derecho que no me pueden negar. Añado que comprendo la excepcionalidad del caso pero que mi derecho me asiste, y muestro reiteradamente la documentación que acredita que mi hija es mía.

Me dicen que la único solución es que haga el trámite una vez reciba el Libro de Familia. Me niego por completo a esa solución ya que tardará meses en llegar y yo necesito disponer del reconocimiento formal de familia numerosa para realizar las matrículas universitarias además de otras ventajas a las que tenía derecho por tener tres hijos, por ejemplo los descuentos en Renfe que me interesaban mucho por mis múltiples viajes a Madrid.

Ante una situación que considero tan injusta decido que no voy a ceder e insisto en que no me marcharé hasta que se resuelva el problema ya que tenía todo el derecho a que mi familia fuera reconocida como numerosa. Se produce un pequeño revuelo entre los empleados públicos por mi tozudez y comienzan a desfilar ante mí varias empleadas que no dan una solución satisfactoria a la situación. Incluso la señorita uniformada responsable de la seguridad se dirige a mí para convencerme de que me vaya (también en el anterior post dije que es una oficina atendida casi exclusivamente por mujeres), pero como a pesar de mi insistencia me muestro educado y tranquilo no puede echarme de la silla. Además, tenía a mi hija en brazos, ya que la llevé pensando que sería un trámite corto y sin problemas y quería aprovechar para darle un paseo por su nueva ciudad.

Pedí la presencia del Jefe del Servicio (que según me dijeron era jefa, lo cual no me sorprendió), pero estaba de vacaciones. Entonces pedí hablar con quien la sustituye o con la máxima autoridad presente. Pero nadie quería asumir esa responsabilidad.

Como llevaba más de dos horas de discusión (menos mal que llevaba una botella de agua para la niña y algunas galletas) deciden «hacerme un favor» e iniciar el trámite, para lo cual dicen que tienen que quedarse con mi fotocopia compulsada del registro en la Embajada de Beijing. Y yo me negué a entregarles el documento explicándoles que no podía desprenderme de él puesto que era el único documento oficial que tenía para demostrar que la niña que tenía en mis brazos era hija mía, y que además lo necesitaba para realizar otras gestiones con la Administración (como darla de alta en el Servicio de Salud, en el censo municipal…), les ofrecí una fotocopia del documento, pero nada más. De nuevo se produce un revuelo entre los funcionarios ante mi negativa a darle el documento, lo que lleva la situación al punto de partida.

Como se acercaba la hora de terminar con la jornada laboral y viendo que yo no pensaba marcharme sin mi documento optaron por emitir un certificado temporal cuya renovación estaba condicionada a la entrega del Libro de Familia cuando lo recibiera. Y al final salí de esa oficina con mi reconocimiento de familia numerosa en la mano.

Por eso, me molesta tener que ir a esa oficina a renovar el Título de familia Numerosa, porque a pesar de los documentos oficiales que les presentaba se negaban a reconocer mi paternidad. Y yo a esto le llamo ESTULTICIA ADMINISTRATIVA.

Pero esto no es nada comparado con lo que me ocurrió en la Consejería de Educación, lo cual considero una auténtica discriminación hacia mi hija por razones de nacimiento. Pero como dije antes, si lo cuento será identificándome yo e identificando a las personas que marginaron a mi hija, que entonces tenía 3 años. Por eso no lo haré en este foro ya que no quiero aprovecharme de la confianza que Carlos Guadián puso en mí para hacer una denuncia pública de una cuestión personal.

8 comentarios en «Estulticia Administrativa»

  1. Perdón. A lo que le contestaron: » Es que no puede trabajar ni en la construcción ni en nada «. En esta situación; acudió al INSS, para informarse. Donde le dijeron, que tenía que darse de baja. Por tanto: pidió a su medico de familia, la baja médica; el cual, le comentó que porqué, si estaba en el paro. Nuestro ciudadano, algo contrariado, respondió: » Me lo han aconsejado en el INSS, por si a caso me avisan de algún trabajo o algo, es que no puedo». A lo que la Dra respondió: Ahhh. Que no puede. El ciudadano mas contrariado todavía, contestó: » Más que nada por no ir con la bombona de oxígeno al tajo «. La Dra muy amable, extendió la baja. A los pocos días, a nuestro valiente ciudadano; le llegó una carta, nada menos, que del Gobierno de España. Tenía que personarse, en una central del INSS, para someterse a Control Médico. No sabía bién de que iva la historia. Más tarde descubrió tristemente que eran 30 € de diferencia en el cobro de prestaciones por desempleo. La Dra???, de la citación, miró los informes. Miró al ciudadano y le preguntó: «Usted; exactamente; ¿ por qué pide la baja ?. A nuestro ciudadano, ya repuesto de la fatiga. Por que acudió en Metro a la cita, se le encendió la lucecita del » me están vacilando «, » es tonta «, » es médico como yo «, » no sabe leer «. A lo que contestó – con toda la tranquilidad que pudo reunir en ese momento _ : » Si usted ha leído los informes, me muevo mal en el forjado con la bombona». La funcionaria contrariada, le indujo a que volviese a presentarse en la próxima cita, despues de desearle amablemente mejoría. Un Saludo

  2. Realmente los funcionários que recogen nuestros impresos en algunos organismos públicos, son gente curiosa. Como curiosidad, es la que siento, por saber, si siguen todos, las mismas normativas, para una misma gestión. Ya que como acudas a solicitar cualquier tipo de ayuda, sin previa información, depende del empleado que te atienda, para que te falte o sobren documentos, o debas omitir o incluir este u otro dato. Algunas veces, desquician el sentido común. Un Saludo .

    1. De una forma muy general yo suelo decir que la diferencia entre empresa privada y pública se encuentra en que la primera puede hacer todo lo que le venga en gana siempre que no incumpla ninguna norma legal, mientras que la pública sólo puede hacer aquello que esté tipìficado por ley.
      Pero eso no quiere decir que todo esté escrito.
      Pondré un ejemplo. Imaginad un procedimiento administrativo para el cual haya que demostrar que no se está trabajando. Para comprobar dicha circunstancia una Administración puede pedir un certificado que acredite que está en «situación legal de desempleo» emitido por el INEM, mientas que en otra les sirve una «vida laboral», y puede que otras les sriva una declarción jurada. el caso es demostrar lo que exige el procedimiento.

      1. Voy a contar una historia, sin ánimo alguno de acaparar atenciones. Es simplemente; una anécdota, pero que para su protagonista, la situación fué rallante, crispando su ánimo:
        Por motivos de salud, debido a una enfermedad crónica. Este ciudadano, fué diagnosticado con; insuficiencia respiratoria. Debiendo permanecer durante dieciocho horas diárias asistido por un aparato de oxígeno. El informe del Hospital; especificaba dicha circunstancia. Casualmente, este ciudadano, se encontraba en paro – era un trabajador de la hoy pecaminosa construcción, aunque seguramente él, como trabajador, no sería el que la hizo pecaminosa_ por lo que pregunto, que si le llamaban del desempleo, que hacía, como iba a trabajar en la construcción, estando así. A lo que le contestaron: » Es

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