La Biblia y los funcionarios

Después de un reciente post en el que me refería a un versículo bíblico para justificar el denuesto que sufren los funcionarios, he buscado en la Biblia más referencias a este colectivo con objeto de sustentar mis teorías sobre los empleados públicos.

En el Segundo libro de los Reyes, capítulo 21, versículo 23 y 24, podemos ver cómo desde los tiempos del Antiguo Testamento las tramas, insidias, confabulaciones, conjuras y contubernios estaban a la orden del día entre los funcionarios. Igual que hoy, lo único que ha cambiado desde entonces han sido las formas y métodos, pero las putadas, si bien no suelen llegar al asesinato, sí pueden llegar a ser muy gordas.

23Los funcionarios de Amón tramaron
una conspiración en su contra y lo mataron dentro
de su propia casa, 24pero la gente del pueblo
mató a los funcionarios que participaron en la
conspiración contra el rey Amón y en su lugar
pusieron como rey a Josías hijo de Amón.

En el Primer libro de las Crónicas, capítulo 18, versículo 14 y siguientes, el Sagrado Libro pone en evidencia cómo el enchufismo, y especialmente el nepotismo, se practicaba ya desde tiempos inmemoriales, lo que corrobora mi teoría de que hay que tener enchufe para estar en igualdad de condiciones:

14David gobernó sobre todo Israel con justicia
y equidad para todo su pueblo. 15Joab, hijo
de Sarvia, era el comandante del ejército. Josafat,
hijo de Ajilud, era el secretario. 16Sadoc
hijo de Ajitob y Ajimélec hijo de Abiatar eran
sacerdotes; Savsa era el secretario. 17Benaías
hijo de Joyadá era el jefe de los guardias quereteos
y peleteos. Los hijos de David eran altos
funcionarios
, al servicio del rey.

Sobre la corrupción administrativa, el Eclesiastés en su capítulo 5, versículo 8, explica claramente cómo se produce y demuestra cómo este tipo de corrupción está presente no sólo en todos los países como yo suponía sino también en todos los tiempos

8Cuando veas que en una provincia hay opresión
contra los pobres, que reina la injusticia y
se violan los derechos de los pobres, no te sorprendas
porque a un alto funcionario lo protege
otro más alto y a ambos los protegen otros
superiores.

Mientras que en el Libro de los Proverbios, capítulo 29, versículo 12, se explica la razón de la corrupción de los empleados públicos:

12 El gobernante que presta atención
a mentiras
corrompe a todos sus funcionarios.

En el Libro de Miqueas, capítulo 7, versículo 3, de nuevo se abunda sobre la corrupción Administrativa. O sea, que el problema no es nuevo:

3La gente es hábil
para hacer el mal con sus manos.
El funcionario exige dinero
y se soborna al juez.
Los líderes importantes
hacen las leyes a su conveniencia
y todas ellas se cumplen.

En el Libro de Isaías, capítulo 39, versículo 7, se ratifica mi teoría de que la mejor forma de tener funcionarios eficientes es la emasculación:

7Se llevarán
incluso hasta a algunos de tus descendientes
los castrarán y los pondrán de funcionarios en
el palacio del rey de Babilonia”.

Que los funcionarios fueran eunucos era algo muy habitual, de hecho, en la Biblia aparecen frecuentemente las palabras funcionario y eunuco como sinónimos. La edición que he consultado incluye un vocabulario del cual extraigo la siguiente definición:

Eunuco: Hombre que había sido castrado para
que sirviera o estuviera a cargo de las mujeres
de los reyes y de las de otra gente importante
en el antiguo cercano oriente. Era muy
común en la antigüedad que los gobernantes
hicieran a estos hombres funcionarios
importantes.

En el Libro de Jeremías, capítulo 37, versículo 2, aparece un claro ejemplo de la inobediencia de los funcionarios a sus superiores, por SUPERIOR que éste sea:

2Pero ni Sedequías ni sus funcionarios ni el
pueblo hicieron caso del mensaje que el Señor
les daba por medio del profeta Jeremías

En el Libro de Daniel, capítulo 1, versículo 3 y siguientes, se dan algunas normas acerca de cómo deben ser los funcionarios, lo cual ratifica mi teoría de que los funcionarios somos inteligentes y apuestos:

3Luego llamó a Aspenaz, el
jefe de los funcionarios al servicio de su corte,
para que eligiera algunos jóvenes de la nobleza
y de la familia del rey de Israel. 4Estos jóvenes
debían ser bien parecidos, y poseer una inteligencia
sin defecto. Ya debían ser entendidos en
toda clase de sabiduría y ser capaces de manejar
el conocimiento. Debían ser fuertes y tener
facilidad para servir en la corte del rey. Nabucodonosor
quería que recibieran educación en
la lengua y literatura de los caldeos.

En el Libro de Nahúm, capítulo 4, versículo 17, aparece una clarísima definición de gobernante y otra de funcionario y la explicación de por qué con frecuencia no se les encuentra en sus puestos de trabajo. Lo cual también sustenta el ejemplo de planificación laboral del mes de diciembre que en su día expuse:

17Tus gobernantes son también
como langostas.
Tus funcionarios son como insectos
que acampan en las paredes en un día frío,
pero cuando sale el sol vuelan,
y nadie sabe para dónde se fueron.

En el Libro de los Hechos, capítulo 8, versículos 30 y 31, un funcionario demuestra la ineptitud y torpeza propia de los funcionarios. O bien puede ser que pretendiera recibir un curso sobre el Libro del profeta Isaías con objeto de tener puntos para el baremo de alguna promoción interna de la época:

30Felipe corrió hacia el
carruaje y escuchó al funcionario leyendo el
libro del profeta Isaías. Entonces Felipe le dijo:
—¿Entiende lo que está leyendo?
31El funcionario le dijo:
—¿Cómo puedo entender? Necesito que
alguien me explique lo que estoy leyendo.

Como pueden ver, apenas ha cambiado nada entre los funcionarios durante los últimos 3000 años.

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